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lunes, 17 de octubre de 2011

el atletic de bilbao vencio 2-1 al osasuna y se recupra




El Athletic Club ha logrado ascender cinco posiciones en la tabla clasificatoria, de la decimosexta a la undécima, con un triunfo convincente en San Mamés ante Osasuna, al que doblegó por 3-1 después de marcarle los tres goles, de Iker Muniain, Igor Gabilondo y Javi Martínez, antes del descanso.

Javad Nekouman maquilló el marcador para el equipo navarro transformando un penal señalado por mano de Javi Martínez al filo del tiempo reglamentario.
Los tres tantos del Athletic llegaron en el cuarto de hora previo al descanso y después de una buena primera media hora de Osasuna, al que, al castigo del marcador, se le unió en el minuto 69 una inferioridad numérica por expulsión, quizás un tanto rigurosa, de Lamah.
Todos los goles locales llegaron por la derecha, a centros de Susaeta, en el primero, y de Iraola, los dos últimos. En los dos primeros fue trascendental Fernando Llorente, que cedió a Muniain primero y remató después en primera instancia, y en el tercero Javi Martínez recorrió más de medio campo para acabar con un cabezazo imperial una jugada a raíz de un robo suyo.
A pesar de la claridad del marcador, protagonismo estelar en la victoria bilbaína tuvo el meta Iraizoz, que neutralizó, aún con 0-0 en el marcador, hasta cuatro claras oportunidades claras de gol visitantes.
Con este resultado, los de Marcelo Bielsa, que encadenan su tercera victoria consecutiva, la segunda en liga, alcanzan la undécima plaza y se alejan 3 puntos de unos puestos de descenso en los que estaban hace solo dos jornadas. Osasuna, por contra, cae a la decimoquinta posición, aunque con dos puntos sobre el descenso.
Comenzó el Athletic como acostumbra con Bielsa, a todo tren, y ya para los 25 segundos había creado una ocasión de gol. De Iturraspe, que no atinó en un buen centro raso de Gabolindo al área.
Otra llegada más rojiblanca unos segundos después dio paso al mejor momento de Osasuna, que hizo mucho daño por la banda izquierda con las conducciones de Lamah, que provocó una doble ocasión, la segunda de Nino clarísima. Iraizoz detuvo ambas, como también rechazó un balón dividido al borde del área por el que también pugnaba el marfileño.
Un anterior remate alto de Nino tras jugada a balón parado y un golpe franco directo desde la frontal de Nekounam, también despejado por Iraizoz, terminó con la major fase de juego visitante, la primera media hora de choque, en la que Susaeta también desperdició una buena oportunidad.
Un minuto después de la falta lanzada por el iraní, en el 29, empezó a escorarse el partido del lado del Athletic, que en el cuarto de hora previo al descanso finiquitó el choque.
Primero, con un tanto de Muniain con el que terminó una buena combinación de Iraola y Susaeta. El extremo centró raso sobre Llorente, que se revolvió en el suelo para dejarle el balón franco a su compañero al borde del área pequeña para que abriese el marcador.
Seis minutos después, Gabilondo incidió en la herida del hoy celeste Osasuna con un tanto tras un rechace, probablemente con la mano, de Roversio a remate de Llorente a centro de Iraola.
Otro centro desde la derecha dio al Athletic también el 3-0. En esa ocasión Javi Martínez, que recorrió medio campo para rematar, hizo de Llorente con un cabezazo inapelable a centro otra vez de Iraola.
El segundo tiempo, aunque preciosista por parte local y de un divertimento para el público que no recordaba San Mamés, no tuvo incidencia en el choque.
Osasuna acusó mucho los golpes recibidos antes del descanso y el Athletic se gustó en ese fútbol combinativo y de continuas llegadas al área rival que propone Marcelo Bielsa. A pesar de ello, los rojiblancos apenas si concretaron ocasiones. Las más interesantes, una de De Marcos en una preciosa jugada personal y otra un disparo de Gabilondo que Andrés Fernández mandó a córner.
Con la llegada del tiempo reglamentario, Estrada Fernández sancionó penalti por mano de Javi Martínez dentro del área después de que el internacional, que conducía el balón hacia su portero, se cayese en una acción en la que entendió falta de un rival.

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